jueves, 4 de mayo de 2017

FÁBULAS DEL VERDE BOSQUE


Cuando en 1910 Thornton W. Burgess escribía su extensa colección literaria para niños, aún la industria de animación en Japón no contaba con una estructura viable para convertirse en un negocio rentable y de calidad internacional. Tuvo que pasar mas de 60 años para que sus fabulas fueran adaptadas a la animación.

En 1973, Zuijo Eizo, predecesor de Nippon Animation, produjo la versión animada de la colección de Thornton contenida en 52 episodios, los cuales fueron trasmitidos por Fuji TV prácticamente a lo largo de todo ese año.

Al visualizar la obra de Thornton, nos percatamos de que su inspiración para crear historias se nutría de su propio ambiente,  ya que gran parte de su niñez vivió con su madre en un humilde hogar rodeado de bosques y pantanos, siempre en contacto con la vida silvestre, lo que indujo en él un espíritu conservacionista. Muchas de sus obras refieren a ese mundo, y su colección se ve compilada en las Fabulas que hoy nos ocupan. El anime de Zuijo, no es mas que la fusión de varios de los mas de 70 libros ilustrados del autor entre los que se encuentran Old Mother West Wind, Old Granny Fox, Peter Rabbit, etc. en una misma trama, en ese mismo margen también se puede notar cierta influencia de las Fabulas de Esopo para conseguir al final una moraleja como toda buena fábula.



Las Fabulas del Verde Bosque nos remonta a una historia desarrollada quizás entre 1910 y 1920 en algún bosque de Estados Unidos (según el periodo que comprende la aparición de los cuentos de Thornton en la que se dan cita los personajes de la fábula animada). Juanito marmota, Pedro el conejo, Parlotín el pájaro carpintero, entre otros, viven en este lugar entre el arrollo Cantarín y una granja; sin embargo el desconocimiento tanto de Juanito (personaje principal) como el de las demás criaturas del bosque acerca del mundo mas allá de donde termina la espesura, no hacen sino exponer la realidad de un mundo natural a través de una perspectiva enfocada en el temor hacia los humanos. Esa humanidad es representada por el granjero Brown y su hijo Tom, a quienes nunca se les logra ver el rostro de manera directa; ese enigma de “cómo luce un hombre” a través de los ojos de Juanito y sus amigos, es manifestado por la ausencia de un encuadre que consiga captar la apariencia del granjero, lo que nos permite intuir muy lógicamente que no somos capaces de visualizar a un hombre tal y como lo hace un animal.

En primera instancia se nos presenta una introducción de todo lo que comprende el bosque; Juanito siente el llamado de la naturaleza a través de un dulce canto que hace eco en una vasta pradera. De pronto una voz le dice que es tiempo de dejar a sus padres y ser independiente, es la hermana brisa, como la llaman. Juanito es el mayor de tres hermanos; y su anhelo por vivir en el verde bosque enciende en él un espíritu de aventura; se marcha repentinamente sin despedirse, es casi un adulto. Muy pronto en su camino conoce a Polly (Juanita), una marmota hembra, de igual forma a Pedro el conejo y así hasta darse cuenta de todo lo que encierra el bosque, sus alegrías y peligros, a Brillantín el zorro, a Parlotín quien siempre tiene algo que contar y cada mito infundado en la mente de los animales acerca del mundo exterior.

La Fabulas del Verde Bosque es una historia de supervivencia y amistad, Juanito trata de ser fuerte con su determinación al afrontar cualquier circunstancia, en cambio el cobarde de Pedro no tarda en abandonar la situación cuando mas cruda se torna. Tanto Brillantín, como la comadreja y el Halcón forman parte del grupo malvado de la serie, pero la comunidad de animales pacíficos es mucho mayor e incluso cuentan con el sabio Sapo del estanque quien siempre tiene consejos y soluciones a los problemas de cada uno. La trama es claramente para un público infantil, pero la continuidad y los hechos tan bien tratados, hacen que esta entrega sea fácilmente apreciada por cualquier público.