domingo, 16 de abril de 2017

COMPRENDIENDO EL UNIVERSO DE RUMIKO TAKAHASHI



Seguramente esta también podría ser la historia de cómo una estudiante de química se convirtió en la mangaka más renombrada de Japón, y entre las autoras de comics más proliferas a nivel mundial.

Rumiko Takahashi es una autora que nos muestra una semblanza de la modernidad japonesa con aspectos humanos apegados a la obra de la no tan famosa en occidente Machiko Hasegawa con su Sazae San; esa característica  pintoresca de estilos de vida, responsabilidades, costumbres de cualquier familia japonesa es reflejada en el día a día de entregas como Urusei Yatsura, Maison Ikkoku y Ranma 1/2, tres de las más insignes historias de la primera mujer en superar un millón de ejemplares vendidos de sus mangas, pero por supuesto, Rumiko va mas allá, al punto de que una de sus más divertidas historias (Maison Ikkoku) sería inspirada en su propia experiencia mientras arrendaba un modesto apartamento en Nakano, donde daría inicio su aventura como mangaka.

La esencia 

El trabajo de Takahashi es simple pero a la vez expresivo, de contornos bien marcados, indiscutiblemente vieja escuela; llevó el género de comedia romántica a un nivel hilarante, lleno de enredos y alegorías del folclore asiático como parte de un mundo de evidentes diferencias culturales en relación a occidente. La que en algún tiempo fue discípula del fundador de la Gekiga Sonjuku, Kazuo Koike (Lone Wolf and Cub, Crying Freeman), curiosamente no evidencia rasgos de su mentor que a simple vista puedan ser percibidos, ya que mientras Koike acaricia el realismo y la crudeza dramática, Takahashi se interesó por lo cómico y despreocupado del mundo, contemplado  muchas veces de manera satírica y burlesca, pero con la intención de que sus personajes femeninos se desarrollaran plenamente y compitieran con los arquetipos de aquella época en la que las historias mangas eran dominadas por el protagonismo varonil.

Precisamente ese es uno de los rasgos más descollantes de la obra de Takahashi, la fortaleza femenina, y ese planteamiento cambió de allí en adelante en muchos aspectos la forma como se trataba el carácter de la mujer dentro de la historieta japonesa.

Personajes trascendentes

No es de extrañar que dentro del universo de Rumiko sus personajes más típicos y problemáticos reencarnen en otros en historias posteriores, haciendo de las relaciones dentro de la trama un divertido debate lleno de discrepancias muchas veces irremediables; tal es el caso de Mendou (Urusei Yatsura) y Kuno (Ranma 1/2), dos tipos que creen tenerlo todo, y ser juez y parte de la vida de los demás en base a una prepotencia que se torna muchas veces ridícula, pero que en realidad carecen de todo sentido humanista, demostrando mas bien un apego a lo banal y mundano, las riquezas y el poder. Esa trascendencia de actitudes y caracteres también lo podemos ver en Moose (Ranma 1/2) y Miroku (Inu Yasha), ambos con la intención de conquistar a una mujer, pero con cientos de defectos que fraguan cualquier mínima oportunidad que tengan en ser considerados y plenamente aceptados.

La comedia romántica en el manga para muchos está en cierto modo influenciada, incluso actualmente, por el trabajo de Rumiko, generalmente en su obra todo gira en base a ese género, sin embargo, con Mermaid Saga se adentra a lo oscuro del romance, con toques macabros que luego serían salpicados en entregas como Inu Yasha, historias que se adentran en la salvajidad humana y la corrupción del cuerpo por diversas pasiones terrenales, aún así se despeja claramente la esencia que la hizo famosa, y ya nos planteaba un universo que se expandía a diversas facetas de sus personajes, situaciones de vida o muerte y que podían trascender a través del tiempo.

Rumiko Takahashi a los 24 años  (1981)
Precisamente esa vigencia de sus personajes la han convertido en una autora de culto dentro y fuera de Japón, y un referente al humor surrealista, ese que nos parece una locura inverosímil en donde todo lo absurdo puede pasar, allí es donde otra vez entramos en lo de la crítica a la sociedad japonesa y posiblemente hacia todas las sociedades, que casi siempre se toca con una tónica cómica para no verse tajante y ofensivo, sino que el mismo ciudadano comprenda a través de la risa, que muchas veces pueden caer en lo ridículo e intolerable; sin embargo, por otro lado, también vemos en su obra el constante deseo de poder o querer mostrarse tal y como uno es, sin ser marginados, Ranma (Ranma 1/2), Inu Yasha (Inu Yasha), Lum (Urusei Yatsura), Yuuta (Mermaid Forest), estos personajes de varias de sus historias, tienen una lucha interna entre lo que su naturaleza original los destina a ser, y lo que la humanidad como la conocemos dictamina de ellos, es decir, el profundo anhelo de ser alguien, quizás una de las razones por la que muchas veces sentimos esa melancolía coral en la obra de Rumiko; y si, son fenómenos que solo podrían ser concebidos por esta autora, y ese sentimiento de integración y aceptación se extiende hacia sus personajes mas comunes.

Ese contraste de individuos, hace que nos encontremos con el clásico hazme reir, el megalómano, la enamoradiza, el libidinoso, el ginecofóbico, todos ellos con sus caracteres muy marcados y con sustancia, aunque dibujados de manera simplista, que ya es parte de su sello personal, tal y como lo hacen autores clásicos como Matsumoto, Nagai o Kurumada, que a pesar de las nuevas tendencias, la princesa del manga continúa con su grafismo elemental, el entramado a mano, y las líneas a pincel.